miércoles, 3 de octubre de 2007

El consejo no tiene nada que ver con el cambio de la cafetería

La semana pasada se supo de forma imprevista e informal que la concesión de la cafetería de la escuela le iba a ser retirada a su actual concesionario ese mismo viernes. Ninguna de las versiones del por qué de la decisión que se había tomado, era oficial.

Esta semana se supo que la concesión seguiría hasta finalizar el semestre. Muchas versiones se dijeron del por qué de tal decisión, al consejo de alumnos nos interesa retomar una de esas versiones, la que apuntaba a que el propio consejo había sugerido que se cambiara al concesionario porque el servicio no era bueno, y que nos hacía responsables de dicha situación. Nada de eso es verdad.

El semestre pasado, el recién formado consejo de alumnos informó a las autoridades escolares mediante una carta, la petición formal que reclamaba la mejora de los servicios de la cafetería. Esta carta se encuentra al final de este texto.

Ante tal circunstancia se llevó a cabo una junta con los directivos y el concesionario de la cafetería. Durante la discusión en la junta, nunca se propuso, desde ninguno de los implicados (consejo, autoridades y concesionario) la posibilidad de cambiar al prestador del servicio de la cafetería. Más bien se intentó conciliar entre las diferencias de calidad y precio, así como la creación de paquetes y la inclusión de nuevos productos.

Sin embargo dentro de la junta se cuestionó la legitimidad de nuestra petición con el argumento principal de que el consejo no representaba en realidad a la mayoría de los alumnos de la universidad, y que como tal, no teníamos la facultad de hablar por ustedes. Fue por ello que se decidió realizar una encuesta a todos los alumnos para conocer las verdaderas inquietudes y necesidades de nosotros los consumidores, y entonces saber de primera mano los puntos específicos que tendrían que mejorarse en la cafetería. El acuerdo fue que cada una de las partes implicadas propondría 3 preguntas que atendieran a sus intereses, para generar un cuestionario que incluyera las 3 diferentes tendencias, estas preguntas se formularían previas a una junta posterior. También se acordó que los cuestionarios se aplicarían a todos los alumnos de la universidad dentro de sus salones (como se aplican las evaluaciones de profesores al final de cada semestre) pues así sabríamos la opinión de los que consumen en la cafetería y los que no lo hacen.

El día en el que nos reuniríamos para ensamblar el cuestionario antes mencionado, los únicos que presentamos las 3 preguntas por escrito, previo análisis y reflexión, fuimos nosotros. El concesionario no presentó nada, y las autoridades escolares las generaron en ese mismo momento. Sin embargo, pudimos formular un cuestionario en el que todos estuvimos de acuerdo. El consejo se ofreció a aplicar los cuestionarios con la metodología acordada. La dirección de comunicación prefirió hacer uso de su aparato de difusión, y consideró pertinente que ellos mismos aplicarían los cuestionarios, nosotros accedimos y la junta terminó.

Algunas semanas después, algunos alumnos recibimos y contestamos una encuesta sobre la cafetería que repartían las chicas de difusión cultural a la mitad del patio. Esta encuesta era justamente (con algunas modificaciones) la que ya hemos mencionado tanto. Los resultados de esta encuesta nunca fueron entregados y como ya es evidente la metodología acordada nunca se aplicó. Después de esto, el consejo no obtuvo más información sobre el caso de la cafetería.

Casi 6 meses después, al enterarnos de los rumores de que la cafetería cambiaría de concesionario, el lunes 1 de octubre el consejo pidió al vicerrector Salvador Corrales Ayala, que nos explicara el por qué de la decisión de cambiar de concesionario de la cafetería. En junta con él ese mismo día, nos explicó que la decisión de cambiar de concesionario se debía en gran parte a que al actual prestador del servicio de la cafetería no se encontraba en la disposición de acatar o negociar las peticiones que el consejo había propuesto seis meses atrás, peticiones que en aquél tiempo fueron cuestionadas por las autoridades. Ya entrada la discusión, el director de finanzas, el C.P. Germán García Velázquez, se sumó a la reunión, y aclaró que la decisión de cambiar de concesionario se debía exclusivamente a la consideración de algunos aspectos administrativos.

Así las cosas.

Esta es la carta que entregó el consejo de alumnos a las autoridades hace 6 meses:

México D.F., a 17 de abril del 2007.

Por medio de la presente, el Consejo de Alumnos comunicamos a modo de petición la reducción de los precios de los productos de la Cafetería de la Universidad de la Comunicación.

Consideramos que los precios de los productos de la Cafetería son extremadamente caros y de baja calidad, al igual que variedad. Por esto exigimos una baja inmediata a los precios de la cafetería y un aumento notorio a la calidad de los productos de la misma.

Proponemos una junta en la cual exigimos la asistencia de Salvador A. Corrales Ayala, vicerrector de la Universidad de la Comunicación, el responsable de la administración de la cafetería y Sandra Ontiveros directora académica de la Universidad de la Comunicación, para aclarar los temas mencionados en la presente.

Sin más por el momento, quedamos a sus órdenes agradeciendo de antemano su atención.

Atte.: Consejo de Alumnos

C.C.
Salvador Corrales Ayala Pérez de Alba
Sandra Ontiveros Melgar

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